viernes, 28 de febrero de 2014

En el último momento




En el último momento

El hombre no tenía fuerzas para subir la montaña pero en ese momento volver atrás ya era peor opción que seguir en busca del refugio para los escaladores que se aventuraban por aquel remoto lugar.

De pronto, tras un matorral se escuchó un animal que asomó el hocico. Era un lobo hambriento. Puede que estuviera más hambriento que el solitario escalador accidental que se encontraba en una situación límite de supervivencia.

Cuando vio que por otros dos costados asomaban dos lobos más, el pánico se apoderó de Teddy, como le llamaban sus amigos.

De pronto, se escuchó la voz de Ramoncín cantando "Yo soy el rey del pollo frito. El rey del pollo frito. El rey del pollo frito..." y los lobos salieron espantados.

Teddy, con los pantalones llenos de excrementos, contestó su teléfono móvil y pidió ayuda al mismo tiempo. "Hombre, Iñaki! Qué bien me viene tu llamada. Oye! ¡Que me he perdido en la pista cubierta del Xanadú! ¿ Puedes pedirle a tu suegro que me mande un helicóptero o algo? Gracias."


Este relato es ficción. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, o mala leche. B]

¿Y qué hacían tres lobos y matorrales en una pista cubierta de esquí? Bueno... Eso eran imaginaciones de Teddy. Lo siento pero en cuanto se me ocurrió el nombre del personaje el final venía cantado. Literalmente.