domingo, 8 de septiembre de 2013

Dudas

En la era de las tecnologías de la información el problema ya no es si podemos encontrar la respuesta a nuestras dudas sino cuál es el mejor lugar para encontrar la información.

Hay tal cantidad de herramientas que hace falta un directorio con manual de instrucciones para cada una. Así que muchas veces nos perdemos antes de encontrar la respuesta a nuestras dudas.

San Google se ha convertido en el oráculo que todo lo sabe, aunque en muchas ocasiones lo que nos encontremos no sean más que bulos producidos por grupos tendenciosos, empresas con intereses económicos o trolls extremistas.

Al final, prima la inteligencia de cada cual para discernir lo que es verídico de aquello de lo que debemos desconfiar.

Las redes sociales, que antiguamente eran un simple rincón para ligar, hoy día se convierten en la alternativa para encontrar información en tiempo real a partir de personas (cuando no son agencias, spammers, trolls o bots) que puedes conocer según la imagen que dan de sí mismas en sus perfiles y "timelines".

En las muchas redes sociales de la Aldea Global se puede encontrar a quién es afín a tu forma de pensar, o se aproxima bastante, y tiene una cabeza lo suficientemente amueblada; o es una persona lo bastante divertida para quitar hierro a la rutinaria batalla del día a día, a la vez que enseñan su filosofía para disfrutar la vida.

Todos aportan su granito de arena al futuro de la conciencia colectiva. Y llegará el momento en que no habrá ninguna duda que nos preocupe, porque realmente lo sabremos todo.

Aunque en el presente, de momento estamos todos aprendiendo y no debemos preocuparnos por dudar de todo hasta encontrar la respuesta que nos satisfaga.

Atrás ha quedado la época en que las personas se comunicaban con normas de cortesía (nettiquette) en la red y hay que aprender lidiar (torear o filtrar) a quién usa la red exclusivamente como un saco de boxeo para darle puñetazos, sin embargo hay mucha gente con sensibilidad suficiente para tratar muchos temas de los que sabemos poco. Simplemente debemos discernir cómo es cada cuál.

Y también podemos ser nosotros los que resolvamos las dudas de otros, por supuesto. Aunque debemos estar preparados ante la duda que pueden levantar nuestras afirmaciones por mucho que eso ofenda.

Porque de cualquier afirmación siempre hay alguien que la creerá y alguien que no. Esa es la mayor libertad en la forma de pensar de las personas. Y debemos aprender a tolerar la duda ajena en nuestro convencimiento, siempre que no nos perjudique.