martes, 18 de marzo de 2008

My god, it's full of stars!!!

Por mi cumple me han regalado un telescopio. Y como es el primero que poseo, lo he montado con mucha cautela y he intentado ponerme al día de lo básico lo más rápido posible.

Por el día solo he podido ver desde mi ventana los detalles de la pared y ladrillos de la casa de en frente. Y eso después de un interminable calibrado del apuntador, que nunca llega a estar perfecto.

Esta noche el cielo estaba nublado aunque tras ver que la previsión vaticinaba cielos despejados he vuelto a probar y he tenido suerte viendo alguna que otra estrella suelta pese a la contaminación lumínica y la maldita farola de la plazita que hay bajo mi ventana.

De todos modos cuando he girado el telescopio en su abrazadera para no tener que agacharme al mirar por el visor, el apuntador se ha puesto paralelo al suelo y telescopio, como una mirilla de carabina y la visión ha mejorado bastante. Aunque calibrar bien el apuntador sigue pareciéndome difícil.

Después he cambiado el visor por uno de más aumentos pero lo poco que veía lo he perdido enseguida y se ha vuelto a nublar del todo con lo que, como en las máquinas para ver el paisaje que iban a cinco duros (¿Alguien recuerda si hubo instalado algún catalejo a monedas en el monumento del Corazón de Jesús en Tudela? ¿o me lo estoy imaginando?) Se acabó el tiempo y dejamos de mirar por ahora.

Tiempo habrá para desplazar el aparato a un puesto mejor, ponerle las pilas al motor y aprender a encontrar las Pléyades, la M30, o la interestatal 405. ;-)

Apuntemos pues otro hobby más a la lista interminable de mis aficiones. Aunque no se con qué frecuencia lo voy a practicar pues veo que consiste en mucha dosis de paciencia, estar de pié y a veces pasar frío.

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