2/01/2011 ¡Ahora sí! FELIZ 2011!
Llegó el 2 de enero de 2011; Un gran día que recordaremos con alegría.
La primera vez que entré en un restaurante, donde antes se permitía fumar y luego no, mi cara se iluminó irrefrenablemente, como supongo pasaría a muchos que vieron esperanzados el fin de la tiranía tabáquica; por ser un lugar mayor de 100m2 o porque sus dueños tuvieron ya hace cinco años el sentido común de limitar el acceso al tabaco -y además lo siguió cumpliendo el resto de años. Diciendo a los primeros fumadores que preguntaban sin cesar si se podía, simplemente que NO. Y es que la ley no necesita cambiarse para reservar el derecho de admisión en un negocio sobre todo cuando perjudica al dueño, sus empleados y resto de clientes.
La ley 42/2010 que corrige la polémica (por incompleta) ley 28/2005 de 26 de diciembre de medidas sanitarias contra el tabaquismo refuerza puntos débiles que tenía la anterior. Lo bueno fue que sirvió para que mucha gente indecisa defendiera el sentido común en contra de lo que los lobbys del sector querían manipulando la opinión social sobornando a "figuras" mediáticas.
La ley concluye el capítulo pendiente con la sociedad no fumadora (y también beneficia a la fumadora) que extiende la prohibición de fumar a todo lugar de trabajo y espacios cerrados abiertos al público, incluyendo bares y restaurantes.
Habrá multas desde el primer día de la ley, que van desde 30 euros para las infracciones leves, hasta 10.000 euros para las graves y 600.000 euros para las muy graves, como ya se tipificó en la ley de 2005. Pero está vez la administración va a ejercer la presión necesaria para que se cumpla.
Miren periódicos, el BOE, o webs de asociaciones defensoras del no fumador, etc.
Hay que dejar claro que a los zombis del tabaco no se les está impidiendo fumar, ni entrar en los locales cubiertos con la nueva restricción. Solamente se limita los lugares donde se puede fumar a determinados sitios al aire libre y el ámbito privado.
Ante posibles discusiones con un fumador (siempre es uno), o peor, con un no-fumador que pretende burlar la ley (permitiendo fumar en su local, para ganarse simpatías de zombis irascibles) es mejor no meterse directamente y señalar el hecho ante autoridades competentes. La policía puede intervenir en casos extremos y ya tienen en su manual de actuación la nueva normativa.
Yo me he limitado a retratar con el teléfono móvil cualquier infracción que me he encontrado en los últimos cinco años, sobre todo en panaderías. Aunque solo habré cursado tres o cuatro denuncias en todo este tiempo.
Ahora disponemos de Internet en el móvil y podemos hacer las denuncias en tiempo real. No hay un modo más democrático y rápido de denunciar malas actitudes. Una foto subida a la red, puede incluir la fecha y hora en que se subió y da un valor añadido a la denuncia que puede ser comprobada inmediatamente.
Los pocos zombis descerebrados que quedan pronto se darán cuenta que están en minoría y la ira de décadas de tragar malos humos podría empezar a desbocarse en algún pobre zombie si no cambian sus malos hábitos incívicos, encendiendo cigarrillos donde no se debe o avivando discusiones inútiles sobre impuestos, contaminación de coches y fábricas, o que la ley está mal hecha.
Por supuesto que la ley actual está incompleta, y a nivel europeo se sigue trabajando para eliminar todo tipo de mala influencia que sigue ejerciendo la forrada industria del tabaco que desde hace ~70 años, coincidiendo con la Segunda Guerra Mundial, ha creado adictos a la nicotina. Empezando por convertir en fumadores a combatientes en una guerra que provocaba un altísimo grado de ansiedad y en sus provisiones no faltaban nunca cigarrillos gratis. Seguidamente la publicidad en cine y televisión campó a sus anchas casi hasta nuestros días. Y poco a poco avanzaban sus conocimientos en compuestos químicos superando incluso a las farmacéuticas más avanzadas. Agregando miles de componentes sueltos como amoniaco para incrementar exponencialmente la adicción a la nicotina de sus víctimas.
Como somos imitadores o monos de repetición, y aunque hay gente más proclive a las adicciones que otras, a las tabaqueras les interesa que la gente vea a otra gente fumando o hablando de tabaco (razón por la cual a mí no me gusta hablar de tabaco, porque les estoy haciendo un favor. Y creo que no es buena idea hacer campañas de concienciación en las escuelas. Pues antiguamente éstas estaban auspiciadas por las propias empresas tabaqueras.) y debería prohibirse fumar incluso a la vista de otros adultos, pues les incita a fumar más.
Estos cinco años de ley de medias tintas, que no hacía sino reforzar otra de 1988 y otras anteriores, han sido un estupendo campo de experimentación social. Hemos visto como los sociólogos de las tabaqueras tenían razón en lo que respecta a que los tímidos movimientos "anti" tabaco surgirían y habría que poner a la masa-social contra estos "intolerantes". Pero al desvelar la verdad de sus tejemanejes el tiro les ha salido por la culata y todo el mundo sabe ya (o casi todos) que el tabaco no es para nada tolerante con la salud de las personas que han convivido en espacios cerrados con esa lacra.
En los últimos tiempos los lobbys tabaqueros han hecho buenas migas con asociaciones de hostelería para aprovechar la buena comunión de otras adicciones como el café, el alcohol y la necesidad humana, menos contraproducente, de simplemente comer y beber mezclándolo con el poderoso atractivo del hábito tabáquico.
Pero finalmente, de un modo totalmente ineseparado, cuando ya estaba la suerte jugada en contra de los malos humos, las tabaqueras han dado la cara directamente. Se quedan solas. No tienen un famoso de la tele (la ley lo prohibe). Una asociación o una presidenta de comunidad que les apoye directamente. Son las tabaqueras ahora las que son unas "anti" sistema. Quieren abolir las leyes que tanto tiempo ha costado lograr. Y que, aunque es raro que esto suceda, obtuvo aplausos en el parlamento español cuando se termino la votación de enmiendas del senado. (en Uruguay las empresas tabaqueras han denunciado al gobierno por legislar que las cajetillas de tabaco lleven fotos con los efectos del tabaco)
La democracia ha vencido al tabaco políticamente. Quedan todavía muchas cosas que mejorar pero ahora la pelota esta en la sociedad. Y está en nuestra mano tomarnos a bien la nueva bendición y aislar al zombi ignorante que al ver cambiada su rutina puede intentar violentar a los demás por motivos menos racionales.
Las medidas activas contra cualquier infracción de la ley son sencillas: Para los clientes hacer uso de Hojas de reclamaciones. (Recordar que si el dueño del local se niega se puede avisar a la policia, para que deje constancia de que el local se ha negado a facilitar hojas de reclamación o firmarlas) y para los trabajadores su recurso es denunciar ante la Inspección de Trabajo (ITSS).
¿Por qué deben ser los empleados o los dueños de la hostelería los que impidan fumar o el acceso a quien no respete las normas cívicas? Porque ellos son los responsables de mantener la calidad de su servicio. Porque como anfitriones de su negocio sus clientes deben respetar sus normas y las normas de todo el país están para proteger a toda la sociedad y en especial a los más débiles que son los menores y las personas que pese a no fumar han aguantado los humos de los fumadores durante mucho tiempo.
Y porque durante cinco años muchos han sido cómplices de la industria buscando el modo de permitir fumar aun cuando tenían locales de más de 100 metros cuadrados o entraban en los baremos que estaban previstos para restringir el consumo y se lo han saltado. Amparándose en que la propia federación de municipios de su ciudad declaró que no pretendía multar a nadie. O con subterfugios como dividir el local en dos.
Esas medidas provocaron que el único lugar dentro de mi ciudad al que yo he podido recurrir, como "boicoteador" de lugares de hostelería nocivos, para encargar comida fuera Telepizza.
Ya que no conocía dentro de la ciudad, que respetase la ley, ningún otro restaurante o bar de bocadillos (con productos del pan, que la ley 28/2005 ya tipificaba y algun famoso en Cintruénigo ya tuvo un buen encuentro con la Guardia Civil).
Han sido cinco años muy duros. Viendo como se incumplen las leyes en los pocos sitios de esparcimiento con restauración donde podía acudir, como los Centros Comerciales. Que desde Úbeda a Tudela he visto incumplir especialmente en centros franceses Carrefour.
Ahora Al**dis ya no es una fusión de la tabacalera española y la francesa, que era más grande que la británica, pero la Imperial T**aco mediante opa hostil se hizo con la compañía y pretende seguir envenenando todo lo que puedan desde dentro.
Los fumadores son zombis. Y los lobbys de presión son como el Conde Drácula que los controlan (y no solo a los zombies, tienen muchos lacayos). Seamos los demás como los alieníjenas de la "Invasión de los ladrones de cuerpos" y señalemos a cualquiera que no esté "infectado" por la cordura, la salud y la razón, a veces algo impropias de este planeta.
domingo, 2 de enero de 2011
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Este libro escrito en 1923 por el Doctor Kellogs menciona como ya desde tiempos de Colón, hace cinco siglos, se empezó a propagar el veneno nocivo desde el mundo no civilizado al viejo mundo.
ResponderEliminarTobaccoism or how tobacco kills (extracto)
También se cuenta como se logró introducir en el mercado y sus efectos, ya conocidos como dañinos hace cien años.
Trae estadísticas del aumento de sus ventas geográficamente y detalla componentes que ya se introducían entonces. Y se habla de los casi infructuosos intentos de reyes, sultanes, zares y papas por erradicarlo.