Las mejores virtudes de las personas probablemente son la generosidad, la responsabilidad y el sentido del humor. Todas son niveles de inteligencia y varían en muchos niveles, según cada cual y sus circunstancias.
Si fueramos máquinas o prototipos de personas seríamos algo así:
001 - El payaso.
Hace reir. Sabe reirse de todo y de sí mismo. Todo en el mundo es una broma, no importa lo que digan los demás, ni si es el momento apropiado.
010 - El responsable.
Sabe cómo actuar en todo momento, es cauto pero dinámico. Deja al margen la diversión y agradar a los demás.
100 - El generoso.
Es atento y servicial aunque no sabe distinguir lo prudente de lo imprudente y se toma las bromas en serio.
011 - El cansino que te cae bien.
Hace lo que debe hacerse con una sonrisa en la boca. No te ayuda mucho pero cómo sonrie no importa.
101 - El viva la virgen.
Es excesivamente generoso y siempre está haciendo bromas. Hay que advertirle para que no dé más de lo que debería y guarde la compostura cuando hay que guardarla.
110 - El buenazo.
Generoso y responsable. Conoce los límites de lo que esta bien y mal. Es atento y al mismo tiempo sabe poner las cosas en su sitio. Pero es más serio que un coche funebre.
111 - Don perfecto
Tener todas las virtudes no le hace mejor persona. Compararse con él (o ella) puede mermar la moral. Todos le rien las gracias. Sabe estar. Tiene modales exquisitos y un gran corazón. Pero a la hora de hacer los deberes no deja pasar ninguna.
Cuando se juntan dos así la guerra esta servida.
Otras cualidades como la belleza, fuerza o resistencia física suelen ser méritos más bien heredados y rara vez cambian sin contar con las otras tres virtudes.
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