En el cine la metáfora y el significado son los protagonistas que trascienden más allá de la pantalla hasta cada espectador. Siempre hay más de un modo de ver las cosas. Así que lo siguiente en clave metafórica se interpretará de mil y una maneras. Eso es lo que busco. Ninguna manera es la correcta, ni tampoco la incorrecta.
Cuando solo hay dos formas de hacer las cosas siempre me pregunto -¿cuál es el mejor camino a tomar?- y siempre descubro que hay otras maneras de hacer cualquier cosa.
Este puente sobre la vía del tren permite a los que van en bici o con sillas de bebé subir por la rampa del fondo que es el único camino lógico para llegar arriba sin el obstáculo que suponen las escaleras.
La gente tranquila que va paseando también prefiere ir por la rampa, que no es muy pronunciada, caminando tranquilamente con menos esfuerzo que por las escaleras.
Lo más racional para alguien con prisa o alguien que haga footing es subir por las escaleras. Se llega antes aunque haya que esforzarse un poco más.
Aun así hay más formas de cruzar el puente. Por los mismos caminos a distinta velocidad, o descansando de forma intermitente, retrocediendo y avanzando de forma compulsiva, caminando de lado, de espaldas o simplemente no cruzarlo. Es otra manera; Otra elección.
El año pasado alguien que me conoce bien pronunció estas palabras: -Hay solo dos formas de hacer las cosas, por la vía fácil y por la vía difícil. Y luego está el modo en que lo hace Freddy-.
¡Es el mejor piropo que me han podido decir!
Tener un estilo propio me parece misión imposible en este mundo invadido de imágenes.
Todos nos fijamos en nuestro alrededor para decidir nuestra forma de actuar. Imitamos lo que percibimos desde que nacemos. Lo difícil es no imitar. Y lo llamamos copia, plagio u homenaje depende de lo bien que imitemos.
Cuando hacemos lo contrario que hacen los demás, simplemente escogemos un camino alternativo porque los demás han escogido el otro. Por tanto es otra forma de imitación. Una "contra-imitación".
Esto, para quienes tienen la convicción de que hay una causa-efecto para todo; todo está predestinado por una Fuerza Superior, o de modo más científico programado por nuestros propios genes, o más bien por lo que se conoce como memes, podría ser la prueba que confirma que nada sucede por casualidad.
Yo sin embargo no pienso en términos de arriba y abajo, sí o no, uno o cero.
Aunque no tengo ni idea de física cuántica tengo la impresión de que entre uno y cero siempre hay un bit ambiguo intermedio; Diferente. Unico. Inimitable. Original.
¿Por qué no cruzar la vía por el camino peligroso a través del terraplén saltando la valla, o de forma llamativa a lo parkour; escalando la viga más alta del puente? ¿o a lo Coyote del Correcaminos; con un cohete atado a la espalda?
Puestos a encasillarse como imitaciones de algo anterior, yo diría que me parezco al Coyote. El coyote tenía capacidad suficiente para atrapar al Correcaminos aunque no confiaba en si mismo. Corría lo suficiente; Más que el Correcaminos porque siempre lograba estar por delante esperando a su presa. Y tenía tiempo de montar los inventos más ingeniosos marca ACME.
Lo más fácil hubiera sido perseguir al Correcaminos y darle un buen zarpazo o mordisco. Pero ¿Dónde estaría la gracia en eso? Qué satisfacción más efímera sería.
Si algo puede hacerlo más gente o no te supone un esfuerzo notable no tiene mérito.
Saber retirarse a tiempo es tan importante como ser el primero en una competición.
Ese era el fallo y una de mis diferencias con el Coyote. Aunque algún que otro golpetazo me he llevado por llevar las cosas más allá de la lógica. Y es lo que me hace ser más prudente de lo necesario en ocasiones. Puesto que no tengo ni la fuerza física, ni la agilidad mental del Coyote. Cuando se me ocurre la "trampa" más ingeniosa el Correcaminos hace horas que se fue. Eso me hace tranquilo e impaciente al mismo tiempo. Pero con la capacidad de improvisar para que mis esfuerzos no caigan en saco roto. En espera de otro correcaminos o encontrar otro modo de alcanzar al que se fue.
...Porque nadie está libre de la incertidumbre. Eso es la suerte en estado puro: Cuando no tenemos en cuenta todas las posibilidades. Casi siempre hay una probabilidad alta de que algo suceda o no suceda, pero también hay una gran cantidad de variables de cosas improbables que paradójicamente hacen muy probable lo improbable. (jajaja! Tengo que volver a leer este parrafo).
¿Quién nos asegura que una vez subido el puente no lo vamos a encontrar cortado? Con un socavón, una valla por obras, un depredador peligroso al otro extremo, o un custodio del puente que propondrá un acertijo como peaje, como es habitual en juegos de rol de la Edad Media.
Cuando preparo una estrategia, aunque nunca pienso las cosas tanto como para llamarlo así, nunca tengo la certeza de que concluirá de un modo concreto, ni en un momento determinado. De ahí que me resulten tan molestas las predicciones, tanto hechas por otros como que me pidan hacerlas.
Otro rasgo que me caracteriza es que soy totalmente capaz de vivir en la incertidumbre. Dicen que la curiosidad mató al gato y aunque me guste hacer experimentos y ver el interior de cualquier tecnología o sistema para ver cómo está hecho, puedo asumir quedarme sin cierta información. Otra ambigüedad: No soy curioso pero me gusta investigar.
Creo que nada revienta más a alguien que decirle algo como -Se algo que tú no sabes.-
Carcomiéndose por dentro de impaciencia por saber rápidamente la verdad, aunque sea mentira que sabes algo nuevo, el anzuelo está mordido. La persona curiosa va a estar interrogándote hasta que cantes.
Ese, quizás es el secreto del éxito de muchas películas de intriga donde al final con una o varias vueltas de tuerca de por medio se obtiene la ansiada respuesta que, aunque anticipada previamente, se ofrece de forma que sorprende y emociona al espectador medio.
La mejor forma de enfrentarse a un obstáculo es no pensarlo demasiado. Te das la vuelta o lo afrontas asumiendo cualquier resultado que conlleve tu acción de entre los más probables. Si al final encuentras otro obstáculo cuya probabilidad de que surgiera era remota asúmelo inmediatamente y vuelve a escoger tu camino.
¿Cual es el mejor camino?
El mejor camino es el que decides tomar por ti mismo.
Fuente de esta foto: Morguefile
¡Uff! Esto ha sonado un poco plomo. Un poco pelma. Un poco Pepito "conciencia" Grillo. Un poco como el psicomago, Alejandro Jodorowski. ¿Lo habré imitado?
¿O tal vez a Antonio "Caminante no hay camino, se hace camino al andar" Machado?
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gracias a Dani, el crack de la tienda de discos que siempre sabía qué
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