domingo, 19 de octubre de 2008

Cosas más tóxicas que el CO2

La mujer de un tocayo mío, concejala de Madrid, acaba de impulsar una atractiva medida que conllevará una multa de 750 euros para las comunidades de vecinos de la capital española que no reciclen su basura adecuadamente.

Ésta es la anunciada dictadura de la neo-religión ecologista.

Ésta es solo una de las consecuencias de creer a políticos como Al Gore. Y llevar un cuarto de siglo escuchando entelequias imprecisas sobre efecto invernadero, calentamiento global y cambio climático.

Impulsar el reciclaje y la sostenibilidad se hace cada vez más necesario para que nuestro planeta sea una orgía de orden estructurado dividiendo los átomos en partículas, con carísimos colisionadores, para poder estudiar, desmenuzar, organizar, y clasificar obsesívamente los ingredientes de nuestro mundo.

Ahora que los ayuntamientos no van a ingresar las ingentes cantidades relacionadas con la construcción, en vez de tratar de multar infractores entre bares y restaurantes (que parecen pocos, al menos uno por cada 120 habitantes), buscan algo más abundante: todas las casas donde vive la gente.

Esta campaña de control de la población que se lleva imponiendo a los países más burocratizados del planeta es una pantomima urdida con fines exclusivamente económicos; y cuando se trata de dinero es cuando las desigualdades se vuelven más peligrosas.

El CO2 realmente no produce calentamiento global, ni afecta a la atmósfera severamente.

El CO2 producido por el ser humano es una parte insignificante comparado con el CO2 emitido por el resto de seres vivos y geología de La Tierra. Sin embargo gracias a la gracia de Al Gore, y un error de cálculo ya reconocido por el panel del Cambio Climático de la ONU, se diseñó un sistema de tasas de CO2 que permite comerciar entre países para poder contaminar más o menos, según necesidades económicas.

De modo que si el pais A supera la tasa de contaminación en X unidades, puede comprar al país B X unidades de "contaminación", impidiendo a éste que alcance su correspondiente cuota de contaminación. Y parando su propio desarrollo a cambio de un dinero que no podrá emplear en elementos que emitan CO2.

En la comunidad de Madrid, como en La Rioja y muchas otras regiones del país, hay emisiones que afectan a los seres humanos directamente pero que por fines económicos y políticos se pasa completamente de ello.

Peor que el dióxido de carbono (CO2), tenemos monóxido de carbono(CO) que emiten muchos vehículos pesados y se usó para el genocidio nazi.

En regiones donde gobiernos municipales y autonómicos están contradiciendo las leyes nacionales se está destrozando la salud de la gente con compuestos químicos que no solo provocan efectos terribles sino que son mortales como acroleína (C3H4O), 4-aminobifenil (C12H11N), amoniaco (NH4), anilina (NH2), benceno (C6H6), benzopireno (C20H12), cadmio (Cd), formaldehído (CH2O), hidrazida (R1O), 2-naftilamina (C10H9N), níquel (Ni), óxidos de nitrógeno (NO, N2O), polonio (Po), monóxido de carbono (CO), y miles de compuestos secretos tan avanzados que un experto farmacéutico no puede identificar emanados por personas que fuman en espacios cerrados como bares y restaurantes.

Que en casos contemplados por la ley están agravando la salud de gente inocente, estropeando alimentos que se venden para llevar como bocadillos y extendiendo una epidemia de personas adictas al cigarrillo mediante simple imitación o por los avanzados desarrollos de la forrada industria tabaquera para seguir forrando sus bolsillos.

Evidentemente no se hace nada porque la muerte temprana favorece la economía. Si nos pasamos 30 ó 40 años cotizando a la seguridad social conviene que al jubilarnos muramos cuanto antes. Justo cuando te has jubilado es lo ideal. La media de 80 ú 84 años es una rareza que sucede porque las estadísticas que hacen las medias no entienden de rarezas.

Si miramos las esquelas de cualquier periódico veremos que pocos, muy pocos, alcanzan los 70 años.

¿No sería estupendo programar los genes de las personas para que rindan, y se mueran cuando no sean útiles al estado?

Ciencia ficción? Gloomy sunday?
Película de la semana recomendada: La caja Kovak (no es tan fantasiosa como parece)

1 comentario:

  1. Es curioso como la indignación que nos hicieron pasar durante cinco años largos con el tema del tabaco en España se convierte ahora en un estado pletórico de emoción y ejemplo para otros países del mundo cuando se piensa en lo que hemos avanzado.

    Sin embargo, no echemos aún las campanas al vuelo. Queda tiempo aún hasta que el mundo quede libre del tormento más dañino de la sociedad.

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