sábado, 13 de diciembre de 2008

Expertos

Un experto es cualquier persona que se haya dedicado a una misma materia el tiempo suficiente para hablar del tema.

He encontrado expertos de todo tipo. Expertos en letras, música, arquitectura, informática, medicina...

Pero ninguno es un erudito total en su materia.
La mayoría cultivan un pequeño terreno de su campo. Y solo suelen hablar de lo que conocen y trabajan día a día. No de lo que es posible hacerse.

Muchos no ven más allá de su campo de especialización y les resulta sorprendente que puedan combinarse disciplinas para obtener un resultado distinto.

La biomedicina es un matrimonio ideal en auge entre ciencia informática y ciencia médica.

Los poetas hace tiempo que dan voz a la música agregando letra a muchas canciones.

A muchos, cuando nos sacan de nuestro terreno nos volvemos muy rígidos y estrictos, y procuramos seguir las normas que conocemos o revelamos nuestro instinto primario de la imitación.

En cuanto a seguir normas yo soy bastante tonto. Porque muchas normas son arbitrarias, poco eficientes y en muchas ocasiones ridículas; con ganas de tomar el pelo con mala o buena intención.

Es en estas bromas, en las que alguien con autoridad, un profesor, el padre de un amigo, o un experto en alguna materia, me dice algo fuera del ámbito de la seriedad, es cuando suelo reaccionar de forma equivocada. Conservando el respeto y creyendo todo lo que me dicen como un niño ingenuo.

Por ejemplo el entrenador de un gimnasio al que fui de pequeño, bromeaba cuando alguien preguntó si nos iba a poner deberes y dijo que llevásemos al día siguiente una silla de tres patas. Esa misma noche incluso mareé a mis padres para ayudarme a montar una silla en miniatura hecha con palillos y tres patas.

¿Qué tenían que ver las sillas de tres patas con el deporte?
No se.
Pero las normas son las normas.

Cuando digo que no se nada, no lo digo irónicamente como hacía Sócrates, es que realmente no se nada.

Mis conocimientos son una gota en la inmensidad del conocimiento humano.

Mi mente es limitada pero tengo el ansia de saber más de todo sin renunciar a nada.

Encuentro más estimulantes unas materias que otras.

Suelo saber más que otros en algunos aspectos pero bastante menos en cosas que para la mayoría resultan obvias.

Hoy día soy escéptico hasta niveles próximos al cinismo; pero es que ya voy aprendiendo la lección.

Éste es uno de los sitios web donde voy alimentando mi escepticismo y a veces también mi credulidad. Porque no se puede tener solo una cosa sin alimentar también la otra:

Museum of hoaxes

El sitio también alimenta mi indeterminismo. Algo que siempre he tenido claro. Valga la contradicción.

No podemos saberlo todo. Y la curiosidad mató al gato. No hay necesidad de saber muchas cosas y se puede vivir con el suspense en muchos asuntos. Aunque creo que no hay mucha gente capaz de domar su curiosidad sobre algo que ha empezado a conocer.

El mundo sería mejor si los expertos aprendieran a ser flexibles y a saltarse las normas.

Da gusto cuando un funcionario de correos o del organismo de turno corrige a otro más estricto en su trabajo porque no le bastaba alguna serie de requisitos que has llevado y en vez de hacerte volver mañana solucionan el trámite en el momento moldeando las normas a la situación.

¡Claro! Ésto solo se lo pueden permitir los verdaderos expertos.
El 99% de funcionarios restantes tienen que recurrir al experto o ser como son; Una raza rígida y acomodada con su consabido "Vuelva UD. mañana!".

No soy un experto en informática pero se saltarme las normas para sacarle provecho. No uso antivirus casi nunca, abro la caja del ordenador, manipulo los periféricos, sin ningún respeto a la tecnología pero también sin desprecio, y todo para disfrutar más de las pocas cosas que sí conozco.

P.D: Si estas leyendo este blog supongo que sabes los riesgos que implica usar o dejar de usar antivirus. No me hagas responsable de tus actos.
Todo lo aquí expresado son opiniones.

1 comentario:

Comentarios de humanos, bienvenidos.