martes, 25 de agosto de 2015

FreddyJP15 - Día 13 - Lo más alto de Tokio

Oficina de Turismo en Asakusa
(esta edificio no existía en 2011)
Este día aproveché para volver (desde mi visita anterior en 2011) por Asakusa y probar un Melonpan casero tamaño Jumbo que venden cerca de Sensōji. No estaba mal pero el de la pastelería "Usagui" de Barcelona sigue estando entre mis preferidos.

A continuación fui a la Tokio Sky Tree. La torre de 634 metros, que se convirtió en plataforma de comunicaciones para televisión digital terrestre más alta del mundo. Casi puede verse incluso desde Narita a unos 60 Km. de distancia. Y otras ciudades de los alrededores de Tokio en días claros.

También pude ver la torre en 2011, pero entonces aún no estaba inaugurada. Esta vez por dentro, siendo martes de labor, no padecí apenas ninguna aglomeración y visité sus dos miradores principales. El de los 340 metros y el de los 450, haciendo fotos y vídeos sin parar.

Por fin pude contemplar Tokio desde una altura apropiada para hacerme una idea clara de lo grande que es la mejor "monstruo-ciudad" del mundo.

Gracias a contactos comunes de la Euskal Encounter pude dar con Marcan, parte de la organización en Redes y experto "hacker".

Si un geek es alguien con mucha curiosidad, un hacker va más allá de la curiosidad. Marcan ya me sorprendió con el montaje de Miku Hatsune en un vídeo de las jornadas otaku Motsukora. Y tiempo antes, en la propia Encounter con su proyector láser de vídeos que convertía cualquier vídeo de Youtube. Donde vi por primera vez el Touhou "Bad Apple".

Así que no desaproveché para tener un segundo encuentro con este genio. Que, además, afirma ser capaz de interpretar al teclado cualquier pieza / opening de anime sólo con que le dejen practicar 15 minutos.

Segundo encuentro, porque aunque no lo mencioné en el blog (que entonces era en verdadero directo :)), nos vimos en Japón el día del Comiket. Cuando todavía me estaba mentalizando para subir el Fuji. Algo en lo que ya puedo presumir de superar a Marcan. Jeje. (Lo único) Ya que me contó que sólo ha llegado a subir a la séptima estación, porque no iba equipado para ir más arriba.

Fue también un lujazo estar con él y amigos suyos aquel día del Comiket; viendo los entresijos del congreso; y la manera en que la empresa del "Gato negro", Yamato, se encarga de aceptar los bártulos de los expositores para devolverlos a sus domicilios.

En esta segunda ocasión quedamos para hacer algo más friki todavía que visitar a miles de círculos doujin de música, manga y videojuegos. (really?)

Me enseñó la recreativa Groove Coaster y jugamos algunas partidas, en uno de los muchos salones recreativos que hay por Tokio.

Seguidamente nos dimos un homenaje comiendo, mientras intercambiábamos conocimiento otaku, de animes vistos por uno y otro con nuestras respectivas listas en MyAnimeList y anidb. Esto de intercambiar los móviles para ver listas otaku debería ser obligatorio en cualquier encuentro entre otakus del manga-anime. Jeje.

Después fuimos a un karaoke muy particular, con una decoración e iluminación realmente shmexy, donde se podía vincular la tarjeta Suica (de pago de transporte y otros servicios) a una cuenta personal para llevar registro de las canciones en la franquicia de karaokes Joysound.

El punto divertido fue escuchar al recepcionista decir a Marcan 「早い」 (¡qué rápido!) cuando nos fuimos después de no sé, ¿cerca de dos horas?. Parece que Marcan pasaba más tiempo normalmente. Y creo que ese es un buen truco para aprender japonés en sesiones maratonianas de karaoke.

Para terminar el día me volví al barrio de Ikebukuro, cerca del hotel; y, aunque ya era tarde, fui a un "Sweets Paradise" (no podía irme de Japón sin volver a uno de estos buffet-libre de pasteles :D); Donde me advirtieron que en media hora se cerraba la cocina, y ya no podría coger más comida y pasteles.

A los 2 minutos de la hora una camarera me advirtió; Y yo dije -pero me da tiempo de coger un postre...- A lo que por su gesto adiviné que en cuanto dieran la hora estaría recogido; así que me levanté y lo cogí segundos antes de que recogieran.

Lo que le dolió un poco a mi pobre "kororo" 心 fue confirmar, ya comentado por otro amigo en Kioto (y sugerido en un episodio de "Higurashi no naku koro ni 解 kai"), que este tipo de locales están orientados a conumidoras femeninas, o parejas. Ir como hombre solo, no levantaba suspicacias en el local -el cliente es dios-, pero cuando me dirigía al lugar entre la escalera y el ascensor, un grupo de chavales japoneses que vieron a donde iba se echaron unas risas. Y creo que entendí por qué.

Y más siendo en Ikebukuro; Barrio de Butler Cafes, más que Maid Cafes.

Pero ya tengo más de 40 años, así que me importa un bledo lo que piensen los demás. Jeje. Si quiero comer pasteles en un buffet libre, comeré hasta reventar.


Y me gusta la zona; No la que estuve este año, pero sí, más, la próxima al rascacielos Sunshine 60; que visité en mi primer viaje de 2011 (en dos ocasiones).

De vuelta al hotel pude sintonizar, como cada noche, el canal Tokyo MX y ver anime hasta reventar. Más buffet libre, esta vez de anime.



Más fotos de todo el viaje en el álbum Flickr: Japan Trip 2015.



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