Hace unos días leí las palabras mágicas en la publicación de un común amigo de Facebook. Aunque no soy muy fan de esta plataforma; sobre todo por lo cerrada que es y el grado de chantaje emocional que se hace para usarla a costa de retenerte suficiente tiempo para que veas sus anuncios. Además de la cantidad de magufadas, timos y sectas de pensamiento que circulan casi con total libertad. Por no hablar de que empiezan a censurar comentarios irónicos como si fueran amenazas reales con bots de nula comprensión lectora.
- Cuando escucho la palabra mágica. (vía r/anime_irl) |
Las palabras mágicas fueron "comprender el fenómeno anime" y el contexto era la visualización del clásico de Mamoru Oshii, Ghost in the shell, a los que otros contestaron con más recomendaciones de anime y yo ofrecí también algún que otro aporte pero después escribí una ristra de comentarios tan larga que descubrí en una ocasión que no se pueden publicar comentarios de más de 8000 letras en FB. Así que tuve que dividir los comentarios un poco más.
Después he pensado que sería una pena que se perdiera esa respuesta en la hermética plataforma de Facebook así que la he copiado y pegado aquí para disfrute de más interesados casuales en comprender el fenómeno anime.
Es probable que en otro momento o a otras personas según su grado de conocimiento les hubiera contestado otra cosa omitiendo cosas que ya sabrán o añadido más detalles pero esto es lo que ha salido ahora, tecleado sobre la marcha en facebook, con muy pocas correcciones:
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Para "comprender el fenómeno anime" hay que saber del padre del anime moderno, y también bautizado como "dios del manga" (apelativo que le gustó cuando preguntó a un periodista qué era él si a Shotarō Ishinomori lo llamaba el "rey del manga"): Osamu Tezuka. Que murió con la era Showa, en 1989.
Se sabe mucho de él como creador de Astroboy, Kimba(plagiado por Disney para su rey leon; aunque dicen las lenguas apócrifas que a Tezuka le gustaba tanto Bambi, que los ojazos que se ven hoy día en muchos manga son consecuencia directa de ello), Metrópolis(se basó en el cartel de la película alemana sin verla), Fenix, Oda a Kirihito o Adolf y otros manga. No fue el más prolífico de todos los mangaka(pero estuvo cerca) y literalmente murió sin parar de dibujar.
Pero no se sabe tanto de Tezuka como padre del fenomeno moderno del Anime:
Para llevar a la televisión de forma más económica que las producciones que venían de EEUU creó la productora "Mushi Production" haciendo series cuyos capítulos duran unos 25 minutos a ritmo semanal. Aprovechando trucos como reducir los 10 ó 12 multiplicados por dos frames de Disney a como 6 fps repitiendo cuatro veces los fotogramas y otros recursos de "animación limitada" que ayudan a contar más historia con menos animación. 😃 Por ejemplo: Esos planos congelados que se mueven en una panorámica mientras se escucha el pensamiento interior del personaje.
Mushi Production en 1962 empezó produciendo anime de Astroboy (鉄腕アトム - Tetsuwan Atom - Atom BrazodeAcero), y series como Dororo (mientras publicaba el manga correspondiente). La productora también produjo "Ashita no Joe" (El Joe del mañana) que supuso una revolución en un Japón convulso en esa época donde las revueltas juveniles eran tan comunes en todo el mundo. Y, quizás algo atenuado por la cultura japonesa, también había quien tomaba Ashita no Joe de inspiración para su propia rebelión.
Desde varias décadas antes ya funcionaba la mítica Toei Animation unos estudios que han hecho también Astroboy junto a Tezuka, y fueron responsables desde Candy, Candy o Calimero a Mazinger Z y cada vez un chorro mayor de series y películas de animación. En progresión geométrica. Muchas series españolas o europeas de dibujos animados que vimos de jóvenes se encargaban precisamente a este y otros estudios japoneses. Willy Fog, Dartacan, etc. O Sherlock Holmes (donde trabajó dentro de Toei, Hayao Miyazaki).
Tras la muerte de Tezuka, había un enorme legado de creadores coetaneos de Osamu y siguientes generaciones que admiraban su trabajo y fueron influenciados y a su vez se convirtieron también en creadores de otras tendencias dentro del manga y anime.
La parte negativa del legado de Tezuka siempre conviene recordarla es que mientras el consumidor recibe más y más contenidos que compiten entre sí en diferentes canales los mangaka o los técnicos de animación tienen desde entonces y hasta hoy en día una enorme presión de trabajo, con prácticamente cero vacaciones (si ya tienen bastante poca cultura de dejar de trabajar en Japón, aunque tienen más días festivos al año que en España). Trabajan sin descanso y algunos mueren de exceso de trabajo en este y otros sectores.
No hace mucho del caso en que un trabajador de Studio 4ºC denunció al estudio por no pagarle horas extra. (Estudio que admiro desde Tekkonkinkreet, basado en manga de Taiyō Matsumoto pero dirigida por famoso especialista americano de Hollywood afincado en Japón)
Debieron invertir una ingente cantidad de horas para hacer el peliculón "Kaijū no kodomo" (海獣の子供 - Los niños del mar); Con música del habitual de Ghibli, Joe Hisaishi. Disponible con subs en Rakuten TV y otras plataformas (quizás sólo doblado). No se sabe el presupuesto pero se tardó años en hacerla experimentando muchas nuevas técnicas de animación y es muy probable que haya sido incluso más cara que la que tiene el récord, la última película de Isao Takahata(La tumba de las luciérnagas) que hizo antes de morir: "El cuento de la princesa Kaguya", basada en un cuento clásico japonés, donde la princesa que viene de la luna inevitablemente tiene que marcharse al final y olvidar tras conocer las alegrías y las penas de vivir en el mundo, aplicó una vieja técnica con la que había experimentado en -Pompoko-(me equivoco) en Mis vecinos los Yamada y metió un número récord de planos para el estudio Ghibli. Siendo hasta la fecha la más cara conocida de la historia de la animación.
El fenómeno del anime fuera de Japón no es algo muy nuevo. Dado que en el manga y anime se suele reflejar mucho del Japón actual o del pasado, de su cultura y sus costumbres. Muchos extranjeros, no japoneses, que nos fijamos en el anime somos unos simples orientalistas. Gente fascinada por Japón o alguna parte de su cultura. O, con el apelativo despectivo para los que les gusta anime y manga sólo porque es japonés, y no profundizan mucho, pero algunos ya lo tomamos como apelativo cariñoso, muchos somos un poco Weeabos. https://www.urbandictionary.com/define.php?term=weeabo
El orientalismo ha existido desde antes de Van Gogh. Porque un país que estuvo encerrado al resto del mundo(matando a quien se colase o no dejando volver a quien se fuese; por culpa de un sevillano creo. [...] jeje.) durante más de dos siglos al mundo exterior hasta mediados del siglo XIX, despertaba gran interés por su cultura; donde se creaba ya por entonces muchas formas únicas de arte y entretenimiento, novelas, teatro de estilo kabuki, noh, pintura o los ukiyo-e, que aunque los extranjeros veamos esos dibujos hoy día como una antigüedad valiosa, eran el equivalente al manga barato para la plebe de la época.
Los fans del anime occidentales, auto denominados otaku, han tenido sus eventos, congresos y ferias donde hacen sus números de cosplay, disfrazándose de sus personajes favoritos, ya desde los tiempos de Saint Seiya(Caballeros del Zodiaco) o Sailor Moon en los años 90s. Lo que pasa que el fenómeno era mayor en países como USA, Francia, Italia o Alemania. Y aunque en España, gracias a Dragon Ball hubo también una fiebre de fans in crescendo; creo que fue más diluida por no estar el país más cohesionado y sólo emitirse en algunas televisiones autonómicas a distintos ritmos.
(veasé el documental Songokumania )
Volviendo a Japón. En los comienzos de los 80s, ya tenían otakus de los de verdad; una legión de admiradores de personajes dibujados en papel, que contaban con congresos multitudinarios, donde también se hace cosplay, y presentaciones de obras pero en Japón se concentran especialmente creadores de dōjinshis en congresos como el Comiket desde 1975.
同人誌 (doujinshi; Es decir, fanzines. Literalmente: revista auto-publicada).
Cada año se hacen dos eventos del Comiket, y alguna edición especial extra en ocasiones, que sirve de vivero donde no hay apenas presencia de creadores profesionales o estudios comerciales y acuden miles de expositores creadores aficionados, que normalmente aún están estudiando en la universidad. No únicamente venden sus manga de 20, 30 ó 40 páginas por entre 500 y 1000 yenes sino que también exponen otras obras "dōjin" como música autopublicada, anime o videojuegos.
Es un evento con entrada gratuita que en los 3 días que suele durar recibe la friolera de 600.000 visitantes.
Sería tontería para las editoriales y estudios no ojear este vivero y de aquí han salido muchas obras cuyos derechos se han comprado y se han producido más tarde con medios profesionales. Las mangakas Clamp, autoras de Sakura, cazadora de cartas, o artífices del diseño de personajes de Code Geass(netflix disponible), vienen de este mundo doujin. Por ejemplo.
Mundo que es en gran porcentaje parodia de obras de manga-anime famosas. Y puede que en torno a un 80% en versión hentai. (Iban a ir 600.000 personas en tres días si no? jeje)
Pero es un mundo que tiene también un gran mercado; con varias franquicias de tiendas por las principales ciudades de Japón que venden productos del mercado de la autopublicación. Y personalidades. Que son como estrellas. Que los fans siguen como idols. Porque realmente son creadores como la copa de un pino. Podríamos decir que más que amateurs simplemente son "indies". Como cortometrajistas en modo guerrilla. Pero mucho mejor vistos.
Tanto que los contratan para producciones comerciales con sus nombres en los créditos, para hacer música o guión. Y siguen publicando de vez en cuando en formato doujin.
De este mundo, como estudiantes universitarios, (y entramos ya en la parte final), vinieron los del estudio de animación Gainax. Artífices de Evangelion (en los 90s; con una última película de la saga próxima a estrenarse en 2021-o quizás el año que viene si la pandemia no da tregua-). Evangelion inauguró un estilo de "anime progresivo" por tratar temas filosóficos profundos y ser material un poco menos ecléctico de lo habitual. La cabeza prodigiosa de Hideaki Anno parió una historia con robots gigantes, inspirados en el Gundam de finales de los 70s, pero con un twist apocalípicico con intrigas políticas, religiosas y familiares para una de sus series más famosas (disponible en Netflix pero sin la música Fly me to the moon en distinta versión cantada para cada episodio porque Netflix España y cualquier Netflix de fuera de Japón no logró los derechos de estas músicas de Evangelion).
Los chavales de Gainax (que también inventaron el gainaxing [...]) eran otakus en grado sumo; en el 81 hicieron en Super 8 una animación que se ha quedado en el recuerdo para un congreso de Ciencia Ficción de todos los temas que gustaban en la época, que se celebraba en Ōsaka, Daicon III; cuando todavía eran estudiantes. Y en 1983, hicieron otra animación aún más épica para el congreso Daicon IV. (Juego de palabras entre un tipo de nabo parecido a una zanahoria blanca japonesa "daicon" y la expresión abreviada de Gran Congreso)
https://www.youtube.com/watch?v=AeDBIwRe2AE
El anime se empezó a diversificar poco a poco. No sólo creandose series para tv de espíritu competitivo "shōnen-piños" o deportivas de competiciones tipo Campeones(Captain Tsubasa) o Dragon Ball. Sino también de estilos mas próximos al cine actual con Death Note (37 episodios. disponibles en Netflix. No ver la película producida por Netflix de carne y hueso. Estoy seguro que es un insulto a la obra) donde se mezcla una historia detectivesca con protagonista no necesariamente bueno, y antagonista tampoco y un toque de fantasía. Esa serie fue un detonante del interés en el manga y anime para otros y para mí en su época (2006/2007). Otras series populares de por entonces fueron La Melancolía de Haruhi Suzumiya, Lucky Star, Elfen Lied(2004), "Higurashi no naku koro ni (2006, 2007, 2009, 2011, 2013, 2020/21". A mí en particular me gustó Instituto Ouran Host Club(2006). Y soy un incondicional de Higurashi; obra de misterio / suspense con un toque sugestionado de gore no explícito, donde el espectador debe atar cabos y averiguar si el asesino fue el mayordomo, o la miko del templo; con fantasía ambientada en un eterno año 83 de una aldea rural en medio del bucólico escenario de los Alpes Japoneses. (Y música de Kenji Kawai, Ghost in the Shell)
Luego vinieron éxitos como Madoka Magica(2011, 12 episodios; en netflix. Más películas y spin-off de 13 episodios de 2020), que dió una vuelta de tuerca al género de Magical Girls (魔法少女 Maho Shōjo). Creando un mundo oscuro, con unos carteles publicitarios engañosos, en un tipo de historia donde generalmente se termina con finales complacientes.
En la actualidad lo que lo está petando atrayendo más legiones de otakus, obviando éxitos eternos como Naruto, One Piece, Fairy Tail y otros títulos editados por la revista de la editorial Shueisha, Shōnen Jump, es la historia publicada por la editorial Kōdansha: Ataque a los Titanes, Shingeki No Kyojin. Donde un chaval que vive entre las murallas de una aldea que protegen a los últimos supervivientes del mundo de unos seres gigantes, que viven tras las murallas, y se comen a las personas pierde a su madre devorada por un titán cuando uno de dimensiones colosales nunca visto antes derriba la muralla de una patada. El manga se publica desde 2009 y terminará el 9 de abril de 2021, y actualmente se emite la cuarta y última temporada del anime cada semana hasta marzo de este año. (Disponible el mismo día que se estrena en Japón en la web de Selecta-Vision, bajo registro gratuito. Pero hay que verse las tres temporadas anteriores; que en realidad son cuatro.)
Cuando empezó el anime en 2013 las colas para comprar el manga en FNAC eran kilométricas. Yo he llegado a ver una cajera reconociendo al cliente de delante que se llevaba un buen taco de tomos del manga que también estaba enganchada al anime.
Y es que el anime tiene sobre todo un entramado comercial que quizás sea un nicho. Hecho por gente a la que le gusta el anime para gente a la que le gusta el anime. Pero si te gusta una obra es muy difícil que no haya otra con alguna relación argumental, o de estilo o de creadores. O incluso los dobladores y actrices de doblaje conocidos como seiyū 声優 (literalmente: actor/actriz de voz) que son también talentosos y admirados por muchos otaku. A veces a niveles psicopáticos. Alguna seiyū se llevó amenazas de algún pirado otaku japonés cuando dijo que se retiraba.
En manga y anime se divide por demografías. Que a veces se confunde con el género. Pero ni están limitadas a una edad o género del lector o espectador por ser pensadas inicialmente para un mercado, ni la demografía determina el género de la obra hoy día.
Demografía:
- Kodomo (niños pequeños): Pokemon, Yokai Watch, Digimon
- Shōnen (chicos) La más popular. Entran ahí desde Dragon Ball a One Piece. Y por supuesto también hay chicas aficionadas a esas obras.
- Shōjo (chicas) La historia del manga shōjo ha legado mucho lenguaje que se usa hoy día en todo tipo de manga. Tiene distintas subclasificaciones pero aquí entran manga como Candy, Candy, Nana o incluso Code Geass.
- Josei 女性 (chicas adultas jóvenes): Nodame Cantabile, Osomatsu-san
- Seinen 青年 (chicos adultos jóvenes): Berserk, Gantz, Ghost in the shell(manga), El Bosque del piano, Thermae Romae (no confundir con Seinen 成年, que sería orientado a "adultos" en "ese" sentido)
Y en géneros hay de todo. Mi preferido el humor de vivencias, y en especial el editado en formato "yon-koma" que es el típico manga de cuatro viñetas; como las tiras de Garfield o los periódicos. Animes populares de esta vertiente son: Azumanga Daioh, Lucky Star (ésta, con referencias al mundo otaku difíciles de entender si no estás algo metido en el mundillo; solo superadas por el absurdo de...), Pop Team Epic(Poputepipikku), y Nichijou.
Si hay un manga de éxito, o una novela ligera, se hace el anime y más manga. Se hace la obra de teatro. Y el musical. Se edita en dvd y bluray. Se hace el dorama(serie de acción real), o la película de acción real. Se hacen merchandising, pósters, figuras (también hay congresos de eso), muñequitos, pegatinas, pegatinas gigantes para decorar el coche (itasha), fundas de almohada para estrujar a tu personaje o "personaja" favorita, etc.
El fenómeno otaku del anime es ante todo un negocio. Pero no está carente de arte.
FIN.
Como corolario quería aportar otras publicaciones de este blog donde he hablado del mismo tema probablemente mejor escritas y más meditadas.
Lo que distingue al anime (2013)
Día TLQM del orgullo otaku (2010)
Anime para los que no ven anime (2014)
Etiqueta anime de todo el blog.
Y también es más que interesante esta tesis de Daniel Villa Gracia por si os supo a poco, de más de 500 páginas donde se explica cómo se adapta un manga a un anime:
Relaciones formales entre el cómic japonés contemporáneo y su adaptación audiovisual animada