domingo, 15 de junio de 2008

Guerra

Lo más parecido a una guerra que hemos vivido los de mi generación son las manifestaciones, protestas y huelgas salvajes que organiza gente descontenta, con trabajos que sabe deben ser reemplazados por alternativas mejores. Como el ferrocarril o el reparto a domicilio.

Como ya comentaba en mi entrada Violencia la gente que se queja suele provocar cierta animadversión. Y si además de quejarte, causas molestias en la vida diaria de los demás, y actúas de forma violenta, promoviendo más violencia... la antipatía que te vas a ganar está garantizada.

Así que ante ciertos hechos pienso que los provocan descerebrados o gente con mucho cerebro; puestos a "consparanoyizar". Para dañar la imagen del sector huelguista.

Estas fotos las tomé en el último supermercado que visité, el viernes 13 de junio, porque verlo me resultó bastante impactante.

Ya había visitado un hipermercado distinto antes y otro el día anterior, aun con media boca anestesiada por mi dentista, con la intención de comprar cosas para un mes. Algo que no hago nunca pero por motivos ajenos a la huelga tenía que hacerla. Y como cabía esperar no encontré todo lo que buscaba en ninguno de los tres sitios. Aunque no faltó nada demasiado importante.

Se hacía evidente el desabastecimiento provocado por la huelga de transportistas.

Aunque también podría achacarse el problema a cierta "histeria" colectiva que ha arramplado con todo y a la desidia del personal de supermercados que en vez de buscar alternativas simplemente esgrimían "-la culpa es de la huelga" y se ahorraban indicar alternativas como que en vez de -muslos de pollo-, tenían -alas de pollo-...

O que en vez de tomates frescos, los había envasados...

Podríamos decir que están la mar de tranquilos en su "trabajo" de brazos caídos. Y más cuando los supermercados se iban quedando vacíos.

Afortunadamente la tendencia es a volver a la normalidad ya que la huelga afecta a los propios huelguistas... Todos tienen necesidades y vicios irrenunciables.

Lo que no me importaría es que hubiera desabastecimiento total de tabaco. Eso sí que se podría convertir en una Guerra abierta auténtica entre adictos, pasivos que van contra los "quejicas" de nosotros, y los que estamos hartos de su locura.

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