Seguimos con el aburrido relatar de mis visitas intensivas al dentista. Después de las 3 semanas de descanso, si no contamos el problemilla de hace una semana y media, he acudido a mi primera cita de agosto para:
- Retocar algunas piezas dentales. (o sea, dientes) Con un aparatito que hacía "frius, frius" y sin anestesia han empezado a redondearme un poco los dientes...
- Después me han hecho un molde de la parte de abajo y de la parte de arriba de mi mandíbula con los puentes provisionales puestos; por orden del laboratorio.
- Seguidamente me han puesto antestesia en todos los rincones de la boca. "como un colador". Dejó de hacer efecto entre dos y tres horas después.
- Me han sacado los puentes provisionales con un aparato que hacía "klk, kla, klak" (uno, dos, tres y cuatro puentes o fundas fuera) y han retocado más los dientes. En el lado inferior izquierdo me dolía especialmente cuando pulían; así que me han puesto un poco más de anestesia... pero no sirvió de mucho.
- Después de retocar y dejar bien redondeados los dientes necesarios, con un "nivel de mordisco" uniforme, me han hecho otro par de moldes y/o pruebas de metales de la mandíbula inferior y otro par de la mandíbula superior sin los puentes. Así como muestras de los puntos de contacto de mis dientes inferiores con los superiores.
- Finalmente me han vuelto a colocar los puentes provisionales hasta la semana que viene.
La intervención duró como una hora. No cuento los cuarenta minutos de espera, habiéndome adelantado solo 10 minutos a la hora de la cita.
Por el calor y mi ciclo de sueño veraniego había dormido tres o cuatro horas escasas, y aunque desayuné bien, el resto del día tras la jornada más larga de dentista he estado chafado. Si tuviera energías pondría alguna foto o ilustración para darle algo de color al blog.
Curiosamente era más doloroso el frío en los dientes sin puentes que el pulido de aquel diente que está especialmente sensible. En un umbral del 0 (nada) a 10 (mucho)... El frió dolía como un 6 ó 7.
Después del trance se quedó en un dolor en otras partes de la mandíbula de entre 0 y 1. Sin importancia.
Recordar que "no hay cuchara", me sirvió como distracción en los peores momentos de dentista. Aunque ni siquiera pensé ¿qué narices era eso de la cuchara y el solipsismo?
miércoles, 6 de agosto de 2008
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