sábado, 16 de agosto de 2008

15 y un quinto (o 19) a la deriva

Ya van 19 veces que voy al dentista para alguna cosa este año... creo que 20 si contamos la visita inicial para planificar el tratamiento.

Pero el colmo es ir dos veces en un mismo día. Como había ido para algo parecido la mañana anterior: tres veces en el plazo de dos dias.

-AAAAAAAH!- (Como dice Enjuto Mojamuto)

No fue el peor día de mi vida pero tampoco el mejor.

Estaba yo, tan feliz (no demasiado pues el sabor del pegamento recién puesto no es plato de buen gusto), comiendo con mis puentes provisionales recién re-colocados tras la consulta cuando de pronto:

-MECAGON TO LO QUE SE MENEA!!-

Mi puente provisional del lado inferior derecho de la boca sale a navegar a la deriva y me quedo con el en la mano...

Me voy al baño, me enjuago y me lo re-coloco. No sin cierta dificultad porque el de tres piezas es algo más complicado que el de dos.

Éste me lo habían quitado y vuelto a poner bien la semana pasada porque lo notaba algo suelto. Luego con la visita de este mismo día, al quitarlo y volverlo a poner otra vez había quedado flojo pero no lo noté hasta que ya fue demasiado tarde.

No tuve tiempo a reaccionar porque solo habían pasado tres horas desde que salí de la consulta. Así que me dieron cita para dos horas después y de nuevo mi dentista lo limpió y re-colocó, con la esperanza de que aguante hasta la semana que viene.

Aquí incrusto un vídeo que he encontrado por Youtube de un barco a la deriva.
Así nos hacemos una idea de lo que es un puente (provisional) a la deriva, ¿no? ;)

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