Ya no se como dejar constancia de ésto sin que suene repetitivo pero el jueves se me soltó mientras comía el puente provisional de la parte inferior izquierda de mi mandíbula.
Es la quinta vez que se me suelta un provisional desde que me pasó por primera vez en el Bilbao Exhibition Centre durante la party Euskal Encounter 16, hace casi un mes.
Y la cuarta vez que se me suelta el mismo provisional de dos piezas. El otro fue el puente lateral inferior derecho, de tres piezas y la verdad es que fue bastante sorpresivo.
Éste, aunque siempre me pilla de improviso, ya estoy más que acostumbrado.
Sobre todo a que después de la cita en que me los quitan, me marean la boca y los vuelven a poner, tengo que pasar el trance de acostumbrarme al repulsivo sabor del cemento provisional... Y poco después, al soltarse algún provisional, tengo que volver a pasar por otro trance similar.
De todos modos esta vez tras algo más de media hora de espera alguien con el cargo de higienista dental en lugar del de doctor de odontología me ha hecho el trámite. Como sucedió en Bilbao y una vez más en Tudela.
En estos casos nunca se me ha vuelto a soltar hasta que han soltado y vuelto a colocarlos de forma más precaria.
Por lo general me hacen morder un algodón cosa que no hace mi dentista. Y al tomarlo con más prisas creo que queda peor.
domingo, 24 de agosto de 2008
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