Pues vaya! Otra vez al dentista!
Al día siguiente de hacerme todo lo que conté en mi post anterior tuve que volver para que me recolocasen bien el puente provisional del lado inferior derecho de mi mandíbula. Porque se me movía.
Nada más salir no lo noté por la anestesia. Pero al comer y en otras situaciones notaba algo raro y esa misma noche al enjuagarme con el colutorio fue mucho más evidente que el puente se movía. E incluso pensé que se iba a soltar completamente.
De todos modos ningún problema carece de solución (salvo morirse) así que a la mañana pasé de nuevo por la consulta y la higienista me hizo un buen trabajo recolocando y retocando el puente provisional en menos de diez minutos.
Justo el tiempo que pienso dedicarle a este escrito sin más importancia.
viernes, 8 de agosto de 2008
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