El sábado, 22 de octubre de 2011. Tocaba el Jidai Matsuri, un desfile multitudinario que celebra todas las épocas, y sus vestimentas, en las que Kioto fue capital de Japón (Kyoto se forma con los kanji 京都 que se pueden traducir por "capital de capitales"). Desafortunadamente tal despliegue requiere garantías de que no va a llover y la noche anterior llovió y las predicciones no eran halagüeñas para este día. Aunque finalmente a la hora del desfile no llovió por prudencia se postergó el festival al día siguiente; y por tener todo mi viaje tan milimétricamente planificado, con los hoteles y trenes reservados, no pude quedarme a verlo para el día siguiente.
De todas formas como se puede ver en las 132 fotos que aporto en esta publicación fue una experiencia inigualable.
Este quinto día en Japón salí del hotel en Osaka hacia la estación y antes de subirme al tren que me llevaría a Kioto pasé por un "reloj-fuente" del que había oído hablar y visto algunas imágenes por Youtube. Después desayuné en un Starbucks de la estación y salí muy temprano hacia Kioto.
Una vez en Kioto cogí un tren local, no incluído en el precio del JR Pass, a lo más próximo a Kinkakuji. Pero aún tuve que andar bastante hasta llegar a visitarlo.
A la salida me encontré con dos españoles que habían estado también ahí y fue cuando me enteré que no había Jidai Matsuri ese día. Y también que lo ideal en Kioto es moverse en autobús con un "pase diario" que te permite montarte en todos los que quieras durante el día.
De ahí fuimos a Tenryoji y el bosque de bambú.
Y luego vuelta a la estación de Kioto donde me fui, de nuevo en solitario, hacia la Torre de Kioto para ver toda la vista de la ciudad.
Después tomé un autobús hacia Gion. Pude ver desde la ventanilla 三十三間堂 Sanjuusan Gendou, templo budista que me habían recomendado. Aunque tenía la mirada fija en el mirador de Kiyomizu-dera. Pero al final tampoco pudo ser. Me pudo el desánimo al no encontrarme cerca, llegada la hora, y ver cómo se estaba nublando el día. Me conformé con visitar las calles de los alrededores de Gion y poco después tuve que comprar un paraguas plegable (1000 yen en un combini, aunque estaban los típicos largos transparentes por 500), que cupiera en el maletín que llevaba colgando para combatir la lluvia, que cuando tomé el autobús de vuelta a la estación de Kioto se volvió torrencial.
Aún así unas chicas con yukata (que presumo de que quizás eran aprendices de geisha; maiko. :) O sólo ensayaban para el Jidai.) se sentaron junto a mí en el autobús y charlaban animadamente haciendo que el viaje de vuelta no fuera demasiado triste.
Como aún quedaba tiempo hasta la salida de mi tren me metí en el Yodobashi Camera, próximo a la estación y cotilleé todas las plantas. Especialmente me puse a buscar el Vocaloid 3 que acababa de salir en varias combinaciones según con qué pack de voces incluídas; pero en ningún caso eran versiones internacionales; como se anunciaba, esta versión tendría la facultad de cantar en español y otros idiomas.
Era normal escuchar por megafonía anuncios en alemán, inglés y español frecuentemente. Algo molesto a veces, incluso. Pero de pronto me chocó escuchar en una zona cercana de interactivos un juego que hablaba en español. Dos niñas estaban jugando a aprender español. El juego decía cosas como "La mujer bebe" y había que marcar en qué foto había una mujer bebiendo. Acertaban todas las frases hasta que dijo "La mujer corre"; (Eso de las erres se les debe atragantar a los japoneses. ;)) ahí se equivocaron.
Al regresar a la estación, grabé y retraté más sitios de la curiosa estación retratada en el episodio 6 de Love Hina. Donde recalcan que los Kiotenses están muy orgullosos de su arquitectura espectacular. De unos 60 metros de altura por 30 de profundo, por 100 y pico de ancho.
Al subir al tren que me llevase de Kioto a Osaka me quedé un poco intrigado por la necesidad que tenía yo de haberme reservado el asiento en un vagón que salió vacío de Kioto. Je.
Una vez en Osaka cené de combini mientras veía fotos tomadas en la TV de mi habitación; Un hotel con la habitación más grande de todo mi viaje. De hecho el hotel se llamaba Il Grande. Creo que salió por 9000 yen dos noches. Igual que el de Yokohama que era mucho-mucho más pequeño.
También tuve que darme algo de anti-inflamatorio que me había traído para articulaciones y pies doloridos. Algo que creo no volvió a pasar más, desde que también me diera dos días antes, tras las largas deambulaciones por Kamakura. (sufro un poco de los pies)
En la TV también pude ver parte de un dorama y un programa de sketches paródicos de Ultraman y el género tokusatsu llamado "Ultra Zone".
Entrada original en Otaku Sin Calma. Lo anterior, y todo lo que venga después en http://elotakutranquilo.posterous.com (Posterous: "Descanse En Paz")
De todas formas como se puede ver en las 132 fotos que aporto en esta publicación fue una experiencia inigualable.
Este quinto día en Japón salí del hotel en Osaka hacia la estación y antes de subirme al tren que me llevaría a Kioto pasé por un "reloj-fuente" del que había oído hablar y visto algunas imágenes por Youtube. Después desayuné en un Starbucks de la estación y salí muy temprano hacia Kioto.
Una vez en Kioto cogí un tren local, no incluído en el precio del JR Pass, a lo más próximo a Kinkakuji. Pero aún tuve que andar bastante hasta llegar a visitarlo.
A la salida me encontré con dos españoles que habían estado también ahí y fue cuando me enteré que no había Jidai Matsuri ese día. Y también que lo ideal en Kioto es moverse en autobús con un "pase diario" que te permite montarte en todos los que quieras durante el día.
De ahí fuimos a Tenryoji y el bosque de bambú.
Y luego vuelta a la estación de Kioto donde me fui, de nuevo en solitario, hacia la Torre de Kioto para ver toda la vista de la ciudad.
Después tomé un autobús hacia Gion. Pude ver desde la ventanilla 三十三間堂 Sanjuusan Gendou, templo budista que me habían recomendado. Aunque tenía la mirada fija en el mirador de Kiyomizu-dera. Pero al final tampoco pudo ser. Me pudo el desánimo al no encontrarme cerca, llegada la hora, y ver cómo se estaba nublando el día. Me conformé con visitar las calles de los alrededores de Gion y poco después tuve que comprar un paraguas plegable (1000 yen en un combini, aunque estaban los típicos largos transparentes por 500), que cupiera en el maletín que llevaba colgando para combatir la lluvia, que cuando tomé el autobús de vuelta a la estación de Kioto se volvió torrencial.
Aún así unas chicas con yukata (que presumo de que quizás eran aprendices de geisha; maiko. :) O sólo ensayaban para el Jidai.) se sentaron junto a mí en el autobús y charlaban animadamente haciendo que el viaje de vuelta no fuera demasiado triste.
Como aún quedaba tiempo hasta la salida de mi tren me metí en el Yodobashi Camera, próximo a la estación y cotilleé todas las plantas. Especialmente me puse a buscar el Vocaloid 3 que acababa de salir en varias combinaciones según con qué pack de voces incluídas; pero en ningún caso eran versiones internacionales; como se anunciaba, esta versión tendría la facultad de cantar en español y otros idiomas.
Era normal escuchar por megafonía anuncios en alemán, inglés y español frecuentemente. Algo molesto a veces, incluso. Pero de pronto me chocó escuchar en una zona cercana de interactivos un juego que hablaba en español. Dos niñas estaban jugando a aprender español. El juego decía cosas como "La mujer bebe" y había que marcar en qué foto había una mujer bebiendo. Acertaban todas las frases hasta que dijo "La mujer corre"; (Eso de las erres se les debe atragantar a los japoneses. ;)) ahí se equivocaron.
Al regresar a la estación, grabé y retraté más sitios de la curiosa estación retratada en el episodio 6 de Love Hina. Donde recalcan que los Kiotenses están muy orgullosos de su arquitectura espectacular. De unos 60 metros de altura por 30 de profundo, por 100 y pico de ancho.
Al subir al tren que me llevase de Kioto a Osaka me quedé un poco intrigado por la necesidad que tenía yo de haberme reservado el asiento en un vagón que salió vacío de Kioto. Je.
Una vez en Osaka cené de combini mientras veía fotos tomadas en la TV de mi habitación; Un hotel con la habitación más grande de todo mi viaje. De hecho el hotel se llamaba Il Grande. Creo que salió por 9000 yen dos noches. Igual que el de Yokohama que era mucho-mucho más pequeño.
También tuve que darme algo de anti-inflamatorio que me había traído para articulaciones y pies doloridos. Algo que creo no volvió a pasar más, desde que también me diera dos días antes, tras las largas deambulaciones por Kamakura. (sufro un poco de los pies)
En la TV también pude ver parte de un dorama y un programa de sketches paródicos de Ultraman y el género tokusatsu llamado "Ultra Zone".
Japón 2011 -día 5- |
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