sábado, 27 de septiembre de 2008

Comparando

En el colegio no se me daba mal el análisis sintáctico o incluso el morfológico aunque creo que nunca llegué a un nivel aceptable en gramática y hoy día tengo bastante oxidados mis estudios de lengua. Lo cual me dificulta un poco aprender otros idiomas porque me da la sensación de que antes debo conocer bien al menos el propio.

Paradójicamente no me da ninguna pereza leer textos en inglés. Y es que lo llevo practicando desde los ocho años (de forma escrita).

Por otro lado también pienso que las palabras se las lleva el viento y que no hay que darle importancia a la semántica.

Cuando iba 1º ó 2º de EGB mantenía conversaciones con un amigo en las que usábamos palabras incomprensibles para un niño de siete u ocho años. Las decíamos para sonar más cultos (y pomposos) pero con la práctica, y como me pasa hoy día, aun sin saber el significado, hacíamos uso correcto de éstas.

Por lo general no me siento muy cómodo en medio de una conversación hablada. Me es más fácil usar los medios escritos electrónicos que me dan tiempo a meditar mis respuestas y a releer cualquier frase que no haya captado bien.

Sin embargo con mi nivel actual de ingresos no me gusta usar el sobrevalorado y ya anticuado servicio de mensajes cortos, SMS.

Y supongo que ganando millones de euros tampoco. Porque no tiene sentido pagar tanto dinero por una cantidad de información tan ridícula en la era que vivimos que convertido a kilobytes, los que yo empleo para expresarme en una tarde cualquiera, dejaría todo el presupuesto de la NASA en bancarrota.

Eso por no hablar de los insufribles servicios SMS con sobrecosto con los que nos estropean la poca publicidad decente que puede verse en TV.

Un SMS tiene cosas buenas como la posibilidad de averiguar cuando el móvil de alguien es encendido o entra en cobertura y es menos intrusivo que hablar en un momento en que tu interlocutor puede estar ocupado, pero por lo general obligan a otro SMS de respuesta; y a otro..., que pueden llegar a convertirse en una larga conversación de frases cortas, varias veces más cara que si se hubiera hecho una llamada de voz en primera instancia.

Para ilustrarlo mejor necesito hacer una comparación.

Para explicar algo en lo que creemos casi siempre recurrimos a las comparaciones, asumiendo que son odiosas pero que las nuestras merecen mencionarse.

Los oradores de la antigüedad ya recurrían a ellas para hacer discursos que sonasen convincentes para un grupos de oyentes.

Lo que le pase o deje de pasar al elemento "B" no implica en absoluto que "A" sea igual. Pero nos da igual.

Y la prensa nos muestra constantemente estudios científicos, económicos o sociológicos en los que se contrastan un sin fin de datos recogidos con observaciones y encuestas que comparan unos elementos con otros. Otros tiempos, otros lugares, otras personas y llegan a conclusiones o predicciones de dudosa fiabilidad.

Uno de éstos artículos de noticias hizo la comparación que quiero destacar y me parece muy acertada dando una visión más amplia del panorama actual que es similar en casi todos los países del mundo desarrollado con abusivas tarifas de unas pocas grandes empresas que controlan el sector de las telecomunicaciones.

Mi razón para comparar el servicio de SMS no es otra que convencer a la gente para que deje de usar el servicio de SMS o reduzca su consumo, obligando a mejorar la oferta a las compañías móviles que en España se lucran más y son más perezosas que en ningún otro país. (por ejemplo podrían ofrecer: Mejores precios por SMS o menos limitaciones para facilitar la comunicación de los usuarios con precios proporcionales al coste real.)

Soy una persona más visual que textual y creo que no se me da bien explicar cosas con palabras y mucho menos entenderlas sin algunos ejemplos visuales para comparar teoría con la práctica.

Soy de los que piensan que una imagen vale más que mil palabras; y un minuto de cine más que mil imágenes.

Aquí va la imagen que ilustra la comparación que destaca el artículo.



En una noticia de esta semana se destacaba que en breve la lanzadera Atlantis transportará astronautas para realizar una misión de alto riesgo reparando el telescopio espacial Hubble. Dado el riesgo, como puede verse en la foto, se ha añadido una segunda tripulación de astronautas que se quedarán en el banquillo para acudir al rescate con el transbordador Endeavour en caso de problemas serios.

Todo este despliegue para arreglar unos anteojos que mandan imágenes de estrellas lejanas a la Tierra parece sacado de una película futurista de ciencia ficción, pero como es la realidad del presente tiene que tener un costo realmente astronómico.

Entonces... Teniendo en cuenta que las compañías que nos cobran entre 10 y 20 centimos de euro (cuando menos) por un solo SMS de un máximo de 160 letras (140 bytes en ASCII-7bit) y que estas compañías emplean tecnología terrestre para la comunicación y en el caso de enlaces satelitales subcontratan los servicios a precios de mayorista...,

¿Por qué narices sale más caro enviar información via SMS que la transferencia de imágenes desde el Hubble a una empresa privada que contrate el servicio a la NASA?

Mandar SMS concretamente es unas 40 veces más caro. CUARENTA.

Eso sí. El artículo que compara el envío de SMS con la transferencia de 1 Megabyte de información en imágenes desde el Hubble no da demasiada importancia al hecho de que escribir 7490 mensajes SMS de 160 letras, aun tardando solo un segundo por letra, nos llevaría 14 días y noches seguidos escribiendo sin parar.

Las compañías de telefonía móvil solo tienen una razón para cobrar más caros que su coste los SMS y es que mientras los teléfonos están encendidos envían una pequeña cantidad de información similar a las de los SMS con cierta frecuencia a los repetidores para sincronizar nuestro teléfono móvil con la red de la compañía, cosa que no queda reflejada en las facturas pues al ser algo involuntario sería un tremendo abuso.

No obstante, en España, a unos 15 centimos (de media que nos cuesta enviar un SMS, según la compañía de móvil escogida) enviar 7490 sms nos produciría una factura de más de 1100 euros (más IVA); Mientras que la NASA por una cantidad semejante de información cobra tan solo unas cien veces menos!
Aproximadamente 11,10 euros por MB transferido desde el Hubble.

Y las compañías de SMS tienen una clientela potencial inmensa sin la necesidad de infraestructuras complicadas; sin la incertidumbre que supone mantener un sofisticado sistema que flota a 600 KM. de altura con una órbita que da la vuelta al planeta 16 veces al día y es difícil precisar su ubicación con suficiente antelación que puede variar hasta en 4000 kilómetros en menos de seis semanas.

Para envíar este artículo via SMS, sin contar acentos, ni simbolos raros, habría usado 45 SMS, que habrían costado unos 6,75 euros más IVA con mi tarifa actual.

Si no tienes más remedio que enviar un SMS, al menos aprovecha esos 140 miserables bytes y llena las 160 letras, aunque sea con morralla. $·%$%$&"!·"·%&/&@*\FIN

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