jueves, 22 de diciembre de 2011

Cuéntame un cuento y verás que contento

Anoche mientras trataba de dormir "con todas mis fuerzas" probé a leer un libro con el móvil; pero no sujetándolo para leer su pequeña pantalla sino utilizando una función de lectura en voz alta con su propia voz sintetizada. La novela sobre hikikomoris con surrealistas conspiraciones "Bienvenido a la NHK", de Tatsuhiko Takimoto, se empezó a leer como un dictado, indicando comas y haciendo largas pausas en los puntos. Y se entendía bastante bien. E incluso le pega bastante la voz sintentizada y algo monótona del móvil a la historia.


Las tecnologías modernas a veces nos hacen la vida más fácil. Pero no creía que hacer uso de esta función fuera a tener mucha utilidad. Y lo cierto es que cuando el móvil llevaba 19 páginas de las 111 del libro, llevándomelo al baño al comienzo en un momento de necesidad, me empezó a entrar sueño, igual que cuando leo un libro normal en la cama, y como el "cuento" estaba interesante lo pausé antes de dormirme para proseguirlo más tarde.


En un Libro electrónico no hace falta poner un papelito en medio de las páginas para recordar por donde vas, o hacer grandes esfuerzos para leer una letra demasiado pequeña. Si lee en voz alta mejor que mejor.


Personalmente la nueva moda de los Kindle (y similares) no me llama nada, estando acostumbrado a los smartphone con mil y una funciones. Un Kindle sólo permite leer libros y los que he trasteado en tiendas especializadas me da la sensación de que son lentísimos para cambiar de página. Me gusta que la respuesta de los dispositivos electrónicos sea inmediata. No uso Windows, ¿sabías?


Puede que la batería de los "eBooks" dure mucho y su pantalla no canse a la vista. Pero a parte de eso, si puedo hacer que el móvil lea en voz alta mi vista no se va a cansar nada en absoluto. ¿No?


Un juguetito que lee en voz alta puede venir bien para contar cuentos a los niños antes de irse a dormir, en especial si se es tartamudo como el protagonista de "El discurso del rey". O si no hay luz, o simplemente como un modo lineal de leer. Seguido y seguro. Evitando que te pierdas leyendo y la necesidad de releer cuando no tienes costumbre de leer libros largos y las técnicas de lectura rápida andan oxidadas.


En España creo que no hay tradición de comprar audiolibros. La gente que quiere leer, lee. Y la que no, no lee o ve la película. 


Por eso me parece tan curiosa esta función. Y le veo alguna utilidad obvia, como la de leer como si fuera un cuento para irse a dormir. Algo que, siendo adulto, ya no espero que nadie haga por mí.


Lo cierto es que ya he comprado algún audiolibro antes, a través de la tienda iTunes. Una vez me tocó un vale para comprar algo y adquirí un curso de japonés de tres horas "Japanese for dummies" en inglés. Pero me fijé que también había un repertorio bastante extenso de audiolibros en español y algunos de ellos gratuitos. Pero según qué obra puede resultar más cansino que Naniano leyendo El Quijote.


Los sintetizadores de voz los conozco no ya desde tiempos del Amiga sino incluso desde tiempos del Spectrum. Pero es cierto que cada vez mejoran más y más, y se hacen más agradables al oído. De todas formas aún tienen que perfeccionar a la hora de leer palabras extrañas, símbolos o en otros idiomas y darle una entonación más humana para que no parezca un robot sin emociones y constipado.


Algunos programas ya pueden incluso cantar. Yamaha lanzó este año la tercera versión de Vocaloid. Un software made in Spain (por cierto) y que desde esta versión por fin cantará en otros idiomas aparte del japonés.

1 comentario:

  1. Muy interesante... espero poder oír ese nuevo sintetizador de voz... y poder probar alguna alternativa.

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